Sabes Jack, tú eres la representación de todo aquello oscuro en mi alma, todo aquel deseo venenoso que se encierra en mí. Y lo sabes, puedes prescindir exactamente cómo me siento ahora, esa soledad que me engloba, ese deseo que me consume.
En estos momentos, mientras caigo al abismo, mis alas se niegan a abrirse, a salvarme, eso es porque así lo he decidido, extiendo mis manos para recibir esa oscuridad, aquella que jamás me abandonará, aquella que siempre me espera, aquella que tanto amo.
Algo en mi pecho se está introduciendo, algo que se está condensado en mi alma, y que no me deja respirar libremente, es la sombra del olvido.
Tengo miedo a dormir, siento que cuando despierte, todo aquello desaparecerá de mi memoria, temo olvidar, aquel dolor que me hace humano.
Siento que a lo poco que sobrevive de mí, a ese fragmento que me aferro, al cerrar mis ojos, y descuidarlo un momento, en ese instante, cuando despierte, seré otra persona.
Jack, siento que poco a poco estoy muriendo, puedo percibir como mi juicio se escapa, mi vida se me resbala de las manos, y por más que trato detenerla, no deja de correr.
El miedo me invade, la desesperación ha fallecido, sólo me queda un hipócrita sentido de tranquilidad, un cansancio en mi ser, me desmorono Jack.
Una parte de mí desea sucumbir ante los deseos de aquel ser, ante tus deseos Jack, pero la otra está siendo alada por un cálido sentimiento, ¿qué es? Hay mucha confusión en mi persona, aquella calidez es engañosa, no puedo confiar en su totalidad, me ha fallado, pero… tú, Jack, nunca me has fallado, y siempre has estado ahí cuando mis tobillos comienzan a tambalearse, me abrazas cuando caigo, me consuelas cuando sufro, y me borras el dolor, te lo tragas, y me haces olvidar.
No quiero olvidar, pero me duele estar consciente, ¡no sé qué hacer maldita sea!, dos manos se extienden ante mí, una frívola, que me promete no sufrir más, pero también, no recordar más, y la otra, insegura, me habla sobre cosas hermosas, pero no me da la certeza de que las conservaré.
¡Como odio esa segunda mano!, ¡la aborrezco tanto!, ¡por su culpa y falsas promesas, perdí muchas cosas valiosas, que en su momento fueron aceptables, pero ahora… pero ahora… FUE EN VANO!!! Pero a pesar de todo, esa mano… me dio tanto… y por eso me duele tanto.
No sé qué haré, ni como terminarán las cosas, pero algo que sí sé Jack, es que pase lo que pase, siempre estarás esperando por mí, siempre esa locura será tu perfil.
Hasta entonces, me despido Jack.
domingo, 28 de marzo de 2010
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