Avanza cuatro pasos firmes, y la encontrarás. La ira te mostrará un panorama fragmentado, una visión inconclusa de ella, pero no te dejes engañar, no has llegado al fin del camino. Sigue un poco, o retrocede si le temes al resultado.
La frustración, adentrándose a un lúgubre y gélido sendero, tu camino continua, tu visión se descompone, desemboca su pensamiento en ti, estás más cerca de ella, decide ahora, ¿regresarás?
Decadencia, las sombras han agobiado tu alma, la han cubierto casi por completo, si deseas regresar ahora, la niebla densa te anclará al limbo, si desvías el sendero, jamás regresarás por completo, ella ya conoce tu nombre.
Desconcierto, en este momento dudas de qué es arriba y qué es abajo, se ve borroso ¿no es así?, ya todo es vano, inservible, la verdad es una mentira creíble, la duda es obsoleta, ya no existe, ambas se han fundido. Se hacen una. Pero tú no entiendes todavía, ella te susurra al oído lo inútil que es dudar. Ella agrega, ven a mí.
Has caminado tanto como ella te ha marcado, sacaste la duda de tu vocabulario, no te has detenido, tu visión se aclara en cierto sentido, y se oscurece al otro extremo de la razón, ahora puedes verla ¿no?, su rostro te mira fijamente, ella te conoce y tú la conoces a ella, ella te ama y tú la amas a ella ¿Recuerdas su nombre? Locura te ha dicho, y Locura será.
viernes, 13 de agosto de 2010
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