Quisiera decirte mi amada indebida, que en este pecho que a pedazos se cae con el tiempo, hay un espacio, un fragmento de mi ser que te has rodado y… ¡que quiero de vuelta! Me he dado cuenta que amarte ha sido lo más inútil en mi existencia, lo más estruendoso, sin mencionar monótono.
Quisiera decirte, que mientras tú estás lamentándote en estos momentos por mí, yo celebro el haberme librado de tal paracito inservible y molesto.
Dulce, Dulce y hueca Mariam, soy tan feliz de estar lejos de tu horrorosa vocecita, de tus comentarios sin sentido y tus críticas sin fundamentos.
Ah, mi antes amada Mariam, la Mariam de otros, la Mariam del pueblo, Mariam, Mariam, querida Mariam.
Por último te deseo que seas muy feliz, tanto como yo lo soy sin ti.
jueves, 31 de diciembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario