viernes, 29 de enero de 2010

ME LA PASE ENOJADO TODO EL DIA

El otro día caminaba por la calle cuando me topé con un acontecimiento singular de esos que uno ve en las noticias solamente y al momento de verlos pasar de principio uno se siente como si estuviera viendo la tele en alta definición a plena avenida, pero no era así, era un asalto, o más bien un robo. Un wey como de metro setenta le estaba quitándole a una doña su bolsa a la fuerza, cuando logro arrebatársela corrió hacia la esquina en dirección contraria hacia donde yo me encontraba y de un brinco subió arriba de un vehículo el cual arrancó inmediatamente después de que se subió el pelmazo.

Mientras sucedía esto y en cuanto pude reaccionar a la situación me acerque lo más rápido posible con la señora que yacía espantada en el suelo, molesto por no haber estado lo suficientemente cerca como para ponerle una santa madriza de esas que te llevan al hospital con traumas severos, le extendí la mano a la señora por lo menos para que se levantara. Esta me negó el apoyo con una gesto de incomodidad (bien se que no soy muy confortable a la vista, pero esto…). Cuando la señora se levanto completamente por su cuenta se me ocurrió proponerle que si gustaba podría acompañarla a la procuraduría a para que reportara lo sucedido pues si bien estuve como a ocho metros de lo sucedido, recordaba algunas señas del ladrón e incluso conocía el automóvil en que este huyo.

La señora de la forma más pesimista me contesto en tono fuerte que ¿Qué caso tenia ir a hacer eso? Si no Iban a agarrarlos, que luego uno queda mal cuando no los atrapan, que aparte también los metían a la cárcel por andar molestando allá y otra gran sarta de pendejadas tras las cuales comenzó a alabar a los que roban diciendo que es gente bien lista, que ya lleva tiempo haciendo lo que hacen por eso no los atrapan y siguió así hasta que me harté y me fui de ahí bastante desconcertado.

De principio no sabía qué era lo que más me molestaba pero era en si completamente toda la situación la que me tenia ardido de coraje: primero que nada la imposibilidad de ponerle una madriza al ladrón, que si bien a mi no me hizo nada, spiderman me enseño que no tengo que esperar a que me pase a mí para que se vuelva mi problema. Luego el hecho de que la señora se sintiera impotente ante la situación y se rindiera tan fácil pues era su desconfianza tan grande que ni mi mano quiso tomar para levantarse y ni hablar de que no sentía confianza en quienes hacen cumplir las leyes en nuestro estado.
La verdad que si m e saco de honda, me moleste mucho y me la pase enojado todo el día por lo cobardes que pueden ser las personas.

martes, 26 de enero de 2010

La felicidad es… “buena”

Por ciertas y curiosas circunstancias, terminé esta tarde caminando por el centro, cosa interesante vi ahí.

Entre mi recorrido me topé con un recuerdo de mi infancia, aquel payaso del “McDonald´s”, ese mismo que siempre está sonriendo. El pobre está descarapelado, no se mueve del mismo lugar y le falta la nariz, pero aún así… ¿está feliz?

Me puse a pensar, en la mente humana. Estoy seguro, que si ese payaso estuviera enojado, las personas lo mal mirarían. Y he ahí, en ese momento, que una idea se engendró en mi pensamiento “verte feliz es bueno… todo lo demás NO”.

Sí, es curioso, igual que los pollos asados que venden por mi colonia, “Pollo feliz”, ¿acaso el pollo es feliz de que lo atraviesen con una varilla, luego de haber ultrajado su cadáver, haberlo ridiculizado ante muchos ojos, mientras lo que queda de éste fue decapitado y abierto en dos, para luego hacerlo pedazos?, ¿acaso es feliz de que tengan el descaro de decirlo, cuando fue humillado y torturado? Qué burla.

Me río una vez más. Prosigo con mi sendero, adentrándome un poco más en la vanagloriada ciudad, llena de personas y… turistas.

Sentado en una banca, disfrutando la fresca brisa marina, los observo, tomándose fotos, y arreciando mi idea… “¡ser feliz es bueno… lo demás, NO!”

Sí, ¿por qué cada vez que se toman una foto sonríen?, ¿acaso no pueden estar enojados?, ¿o tristes?, siempre al tomar una foto te dicen “sonríe”.

Y pues, ¿qué es una sonrisa?, supuestamente es la desembocadura de la felicidad, y ¿qué intentan al pedirte una sonrisa en las fotos? Te piden que uses una máscara de hipocresía obligada, aunque no seas feliz, en ese momento, debes verte como tal, de esa manera, creando un “recuerdo agradable” de aquel momento.

El sol amenaza con ocultarse, sus cálidos rayos se marchan con éste, y sólo veo a lo lejos, un pequeño barco dorado, bañado por tímidos rayos.

Me pregunto, los pasajeros en aquella tripulación… ¿están felices?, porque en la propaganda que me dieron… sonreían tratando de mostrar un sentimiento de satisfacción, por ende, ¡felicidad!

Pienso, si se hubieran visto tristes, enojados, en aquel panfleto, darían “mala” imagen a aquel perdido barco. En ese momento, se refuerza aún más mi idea, “la felicidad es buena, sólo la felicidad”

El sol ahora está a la mitad, y mi marcha se aproxima mientras más y más el mar se tora de oro. El barco a lo lejos se difumina, pero esta idea que ha surgido en mí, comienza a retumbar más fuerte.

Todas las emociones humanas, no diré que son buenas o malas, sencillamente son naturales, verdaderas, por lo tanto hermosas, es una lástima que bajo el contorno general, no lo sean.

domingo, 24 de enero de 2010

Mujer tras un cristal

Una vez más, me leen acá hablando sobre mujeres actuales, pero esta vez, de una manera más horrorizante y peor aún, real. Los medios, sí, esos que tanto engatusan las mentes actuales, que les tienden la mano hacia un abismo de monotonía y “normalidad” imponiendo la palabra con aquello que se considera mayoritario.

Esta vez, hablando de medios y mentes superficiales, tocaré un tema de lo más enfermo y repulsivo, la imagen de una mujer ante las masas televisivas.

Pues verán, me he topado con adefesios de canciones (“como la LOBA”) y videos, con cosas en común, escenas sin sentido, explicita demostraciones vulgares, escotes sin sentido, viles tendencias. A lo largo de la historia, entre la moda, maquillaje, plástico en la sangre, esta Era ha sido de mucha vulgaridad en la imagen femenina.

Quiero decir, ese fetiche en las mujeres de dos globos atrás y adelante, faja en el medio, sí, la imagen de una mujer “atractiva”, ¿qué pasó con lo natural?, ¿qué onda con los senos plastificados?, je, así han ido la cosas.

Esa idea, que entre menos ropa, más hermosa, entre más bolas, mejor, sí, la idea de belleza de estos días, fuera de lo natural.

Oh, pero todo este espanto desboca en los medios, las letras de canciones sin sentido, las voces de la patada, que por lo único que venden es un buen escote, y por la aprobación de esa “comunidad” que se le llama normal, sí, eso más que nada.

¿Qué es la moda?, ¡las cadenas de la sociedad!, jajajaja, qué triste. Pero así es.
Acepto que las mujeres en cierto nivel de vanidad si se sientes más seguras, está bien, digo, sin maquillaje y bolas de plástico en el cuerpo, son bellas, pero… alterar su cuerpo, hacerse daño, ¡ridículo!.

Y pues, las artistas de la televisión, oh, cuando son entregas de premios, y esas cosas, ¡qué onda con gastar miles de dólares en un chingado trapo!, ah, sólo porque es de diseñador, ¡eso qué!, pero bueno, como tienen mucho dinero para despilfarrar, y andando en obras de caridad, más caridad sería no burlarse de todos, y no pagar sumas de dinero absurdas por una tela cosida que sirve para “cubrirse” (disque, porque hoy en día, tal parece que entre más cuero, más elegante), eso sería muy buena caridad.

Pero bueno, pasándonos a algo más cercano, las novelas, esa sarta de ridiculeces con presupuesto, por Dios, ¡cómo pagan por hacer esas cosas!, deberían pagar por no hacerlas, yo estaría dispuesto a hacerlo, así las mujeres de casa se dedicarían más a educar a sus niños, que a fantasear lejos de su esposo cara de camote, ¡de verdad!, mujeres, si quieren buenos hombres en este mundo, en vez de fantasea con ellos, edúquenlos, y verán que es más que una fantasía.

En fin, fuera del estándar de hombres “perfectos”, no nos olvidemos del punto clave, “esas mujeres plebeyas que no tienen para tragar, pero sí para la cirugía”, porque mendigos pechos, aún de cabeza, y siguen en su lugar. Oh, y que esperanzas que una mujer sin busto entrara a una novela, pero… “¿por qué?” jajajaja, sencillo, por el estándar de belleza que hay, sólo promocionando esa imagen hueca y plastificada, artificial, de esas mujeres, esas creaciones en serie.

Pero ojalá fuera sólo eso, no, ahora el estirpe de vulgaridad que se carga se fue por los cielos. Recuerdo por así mencionarlo, en una entrada de esas novelas cada mujer que salía, no había excepción, todas tenían un escote, ni una sola estaba impune.

Yo me pregunto, ¿qué clase de educación quieren dar a la juventud femenina?, una imagen a seguir de promocionarse, entre más cuero enseñar mejor, entre menos natural más hermosa, no importa si los tacones a corta edad te deforman la columna, ¡¿qué clase de cultura es ésa?! Es tedioso y triste, saber que es algo de lo que me quejaré durante mucho tiempo, la juventud podrida que crece bajo la influencia de los medios, que en lugar de ayudar a su desarrollo, los programan y restringen, los eclipsan y proponen el cierre a la individualidad, que autoimponen estándares de perfección, de géneros, siendo así, dando como resultado, el hoy en día. Vaya cosa, entre menos se piense mejor para todos, tal parece que eso no ha cambiado desde el oscurantismo, je qué curioso, qué mejor manera, en lugar de amenazarles con la hoguera, usemos algo más sutil, “presión social”, eso sí que ha funcionado, un plan maquiavélico que tiene una impresionante confección de sutilidad y carisma para evitar así su desenmascaro ante lo que es, una fábrica de individuos seriales y huecos. Diré, no es por generalizar, hay sus excepciones, pero sólo describo lo que veo, y así es como vivo tras un ambiente real.

viernes, 15 de enero de 2010

A MI UNA VEZ ME GUSTÓ EL ANIME

Hay cosas que no debieran de existir otakus en México. Estas pestes pubertas son la razón de que México no progrese realmente. Los otakus promueven el malinchismo, la piratería, la metro sexualidad, la mala música japonesa, son víctimas del consumismo masivo y de algún modo generan ignorancia en masa.

Estos energúmenos se congregan en centros específicos donde se sienten a salvo de la crítica general pues hallan asilo en el hecho de no sentirse solos y aun así se enorgullecen de ser minoría y en su imprudente campaña por mostrarse diferentes creen que pertenecen a una raza superior más abierta de mente que ha encontrado el santo grial de las tribus urbanas pues nadie es mejor que los otakus pues ellos adoran el país en forma de tamarindo que los provee de mercancía inútil y series con finales horrendos.

Tener un otakus en el MSN es torturante pues todos y cada uno de las palabras y cada combinación irracional de letras corresponde a un emoticón por lo que un sencillo saludo está plagado de estas innecesarias aplicaciones vuelven ilegible cualquier información que estos quieran dar, lo cual es redundantemente una sofisma pues realmente no tienen nada interesante que decir.

Hay muchas formas de categorizar a los otakus, yo solo me guio por tres sencillas:
1.- Otaku mayor: es aquel que ve todas las series, tiene descargado hasta donde va naruto y te maneja dibujantes, autores y voces del anime. Este puede poseer mangas en japonés e incluso toma cursos de japonés por internet y su sueño es ir a buscar el sueño americano a Japón cuando termine de estudiar diseño grafico.

2.- Otaku estándar: ya probo, ya vivió y esta convencido de que no todo el anime es bueno y solo ve cosas que la mayoría ve, se deja influenciar fácilmente, sabe copiar dibujos de anime y compararlos con los de sus amigo también otakus para ver quien copia mejor. En general los de esta categoría son los que menos me molestan y es mas fácil convivir con ellos, pues aunque piensen que en Japón se inventó la rueda saben que Batman es chingón y por eso se les ha de respetar.

3.- Otaku aspirante: este de plano es un caso perdido, si los ves ni te les acerques. Son aquellos que adoran a aquellos que saben más de anime y si fueran japoneses se las mamarían solo para presumir que se la mamaron a un japonés. No tienen autoestima, creen que ser depresivo es genial y por lo general hacen ruidos extraños que defino como la perdida excesiva de neuronas por tanto pensar en anime y manga, pero más anime porque incluso lo de leer no se les da. Estos definitivamente no conocen a Batman y eso los convierte en adefesios sin alma. Se someten a si mismos, van a las convenciones con los cosplays más horrendos e improvisados, solo conocen los animes más comunes y hoyen exclusivamente música japonesa o coreana porque no saben que no es japonesa. Se ponen nombres mamoncitos entre ellos como pueden ser los propios nombres de personajes de series y los casos más deplorables son en las mujeres cuando estas tienden a hacer vocecitas chirriantes tratando de emular las detestables voces femeninas japonesas, se visten de manera lolicona provocativa aunque estén del asco solo para sentirse acosadas como las colegialas de series de colegialas. Me detengo porque esto no tiene fin.

En conclusión, la tribu Otaku no es precisamente frustrante, lo que me frustra es el limite al que se lleva y el montón de pendejadas que son capaces de decir estas personas contaminando el ambiente intelectual de cualquier área de la cultura humana presumiendo que el anime es mejor en todos los aspectos que creen que la Monaliza seria mas fregona si estuviera mas tetona y fuera quinceañera y ¿Por qué no? Que tuviera estilo manga. Los otakus mexicanos pueden ser seres insoportables pero si los ve, no les de la espalda que es feo el desprecio, mejor hay que ponerles una golpiza haber si se les acomodan las ideas y después tratar de hablar con ellos, me despido, su siempre alegre amigo…

viernes, 8 de enero de 2010

Un escrito de Jack

Un paso atrás de la cordura

“Aquel hombre se hace llamar Jack, cuando él me preguntó, ‘¿cuál es tu nombre?’ en verdad no supe decirle, en este mundo, de sombras y vestigios, un nombre no cabe, un ser, ni chistar, es algo triste, pero así es”.

“Los versos que a veces me recita Jack son algo deprimentes, gritos de un alma atrapada… encerrada que ha muerto en dolor”.

—cada noche, como dulces suspiros a mi alma, una brisa de húmedo viento entra por aquel vestigio de libertad, ese glorioso ventanal diminuto, aquel que me recuerda lo que un día perdí, mi libertad tan afamada, aquella que ahora niego y desconozco, que no recuerdo. Mi ser está fundido con esta celda, mis lágrimas se pierden en las oscuras noches, mis gritos de ira y tristeza desaparecen por el eterno tiempo, al igual que mis esperanzas mueren y me abandonan, esas misma que me arrebataron como mi dicha de vivir. ¡Oh, dulce ventana de mis sueños hacia la libertad!, o mejor diré: dulce recuerdo de mi libertad robada, dulce suplicio que me recuerdas cada noche, cada día por el resto de mi existencia sobre esta Tierra y quizás en otra, lo desdichado que soy, la miseria en la que he caído, la vida que desde hace años sigo y que doy por perdida… la vida de un prisionero, la vida de alguien al que la libertad y el alma se le fueron arrebatados, alguien que la sonrisa ha matado y la esperanza ha echado, alguien que ahora es parte de esta celda, como esa ventana de las pesadillas que tanto adoro, que tanto aborrezco… como esa puerta que está sellada y que nunca se abrirá para mí, aquella que es parte de mi ser, parte de mi todo, parte de mi nuevo mundo.

“Un constante recordatorio de que estoy atrapado, me lo recalca en cara, me recuerda que falleceré en este lugar, que moriré sin recordar quién soy.”

—dime Jack, ¿crees que si una persona pasa tanto tiempo aislada pueda volverse loca?...
—pues te diré mi peludo amigo…—dijo mientras se sentaba.—¿acaso un loco sabe que está loco?...

“En lugar de darme aliento, simplemente en la gran mayoría del tiempo Jack me hacía dudar de mi cordura”.

—Jack… cuéntame algo…—le decía a veces con la cabeza recargada en la pared.—lo que sea…
—bueno, te contaré la vez que un pajarillo se metió a mi celda…—dijo con una sonrisa en la cara.
“De cierta forma, esa frase me avivó un poco, ja, ja, pero no sabía lo que del título seguía.”

—hace años, que una pobre y desventurada criaturita entró por aquella pesadilla con barrotes llamada ventana, aquella alma libre que anteriormente surcaba los cielos fue a dar a mi reciento escondido, bajo aquella oscuridad, sobre mi mano se posó y comenzó a picotear. Yo, con mi cabeza soñolienta, y mi mirar perdida, traté de enfocar a aquella criatura, mirándole casi muriendo por el encierro, unas lágrimas por mis mejillas sucias e irritadas resbalaba, limpiando un camino de mugre a su paso, la miré, a esa pequeña cosita, mientras inocentemente me miraba, y saltaba sobre mi mano… ¡entonces una ira ciega se apoderó de mí!, y cerré mi mano como fauces de lobo hambriento, o planta carnívora, la apreté empleando ambas manos y mirándole con desdén.
—¡cosa sucia, adefesio con extremidades de libertad, cómo osas entrar a una jaula siendo libre!!!... ¡te burlas de mí, ¿no es así?!... ¡tú que puedes salir de aquí en cualquier momento, basta con alzar tus preciosas alas e irte, y mostrarme y recordarme aquello que he perdido!!!...—lo apreté fuertemente hasta matarlo, un sonido que venía de sus pulmones al asegurarlo se soltó, los ojos se le salieron, y mis manos quedaron embarradas de un jugo de pájaro.—¡eso es, ahora te burlas de mí nuevamente, con tu vida frágil, que puedes irte así por así, tan débil como para no soportar!!!... ¡me recuerdas mi terquedad y que estaré condenado a una vida de encierro!!!... ¡maldito seas adefesio con alas!!!... ¡maldito recuerdo de lo robado, de lo prohibido, ser libre que surcas los cielos ahora, cómo te envidio, cómo envidio tus alas!!!...—dejé caer al animal, y con las manos en la misma posición pero con diez cm. de separación dejé caer mi cabeza hacia atrás, y con voz terminal dije.—cómo te envidio…

“Miré a Jack por unos minutos, pero de cierta forma, no podía enojarme con él, sentía su dolor, sabía por lo que él pasó, así que sólo cerré mis ojos y dormí”.

—buenas noches Jack…—dije sin más qué, sin cuerpo en el tono.

jueves, 7 de enero de 2010

La rebelión de la tortilla

Como bien sabremos aquellos que vivimos en México, cuando estamos jodidos, nuestro sistema nos echa la mano, jodiéndonos más.

Sí, es cierto, es completamente necesario subir los impuestos, y todo ese desmadre, dándonos como resultado alimentos de canasta básica más caro, es verdad, eso nos recuerda que no debemos gastar ni en comer, eso es lo que nos quieren decir, ¿no? Como si poco fuera, que los regalos de navidad fueron recortados, la cena y con trabajos, el dinero que dan a los niños para la escuela que usualmente ajustaba para comer, ahora ni para el chicle, y todo de un momento para otro, ¿no es genial cómo nos dan la mano? Pero bueno.

Hablando de alimentos base para todo mexicano, no hay nada más primordial para la dieta que la tortilla, oh sí, la valiosa totilla, que por dar precios, en mi localidad ya está a catorce el kilo, y aumenta. Yo me pregunto, por ahí hay una frase que dice, “la historia es como un círculo, se repite a intervalos imprecisos” “¿Adeil por no comer bien ya se volvió loco o qué?” se preguntarán, pues no. Les explicaré la comparación.

Rayando para el siglo XVI, con el gobierno de Luis XVI las cosas iban de la patada, Francia estaba pobre, su antecesor, Luis XV murió tratando de derrotar a los Ingleses en batallas marítimas de quién sabe porqué, expansión de territorio de no sé dónde. Bueno, tanta mantención y gastos en la guerra habían exprimido a Francia, pero la nobleza y clero ni sentir de ello. Mientras la plebe Francesa moría de hambre, los cara grasosa (por el maquillaje, ya que sólo la nobleza tenía dinero para maquillarse) hacía de todo para sacar presupuesto de los más jodidos, jodiéndolos más (era la versión francesa de los diputados). El dinero escaseaba, Francia iba a la ruina, la única solución posible, ¡subir los impuestos!

Muchos se quejaron, bueno, más bien, la parla de los plebes se quejaron, ¿pero quién los oye?, por votación mayoritaria, los cabeceras de los nobles y burgueses lo consiguieron.

Ja, ja, ja. He ahí el nombre de este artículo. El desastre comenzó. Habiendo subido el pan (la tortilla para los franceses de aquella época) a dos salarios por pieza, el "pandemonio" reinó.

Muerte tras muerte, saquearon las panaderías, que estaban repletas de producto, ya que ¡nadie podía comprarlo!

Armados, se quejaron, el pueblo se levantó. Y verán que eran tantos, y los soldados tan mal pagados que sometieron. Destruyeron varias locasiones, y arrastraron entre las calles cabezas de muchos hombres, ¿quién diría que el pueblo malnutrido fuera tan voraz?

En fin, he ahí la comparación y me pregunto si pasará igual, subirán de más algo que no, y ¡bam!

Una revolución por comer. Espero que eso no pase, no me gustaría vivir en un año de revueltas, lo he leído en libros, y visto en películas, documentales, de verdad que no suena agradable.

Aunque por ahí he escuchado, “los 10” son las épocas de revolución, “1810” “2010”, esperemos que la rueda de la historia no se vuelque contra los innecesarios cientos de diputados, y con ellos, no lleven entre las patas.

Por el momento todo bien, como dije… por el momento.

lunes, 4 de enero de 2010

A MI ME GUSTA VIAJAR

Odio el transporte público, y seamos sinceros, a nadie le agrada, ¿Por qué? Porque sufre de una de las problemáticas más graves de la humanidad, que es, demasiada humanidad. Hablaré de el camión; subirte a un camión es perder todos tus derechos como humano ya que es violado tu espacio personal de todas las formas inimaginables pues el lugar está repleto de la humanidad de otros entes y estos a su vez, provistos de dudosas intenciones, están cerca de ti y corres riesgo de perder tu cartera, teléfono y si eres mujer hasta tu virginidad y es horrible, pues entre cientos de simios es imposible detectar a quien chingados te robo (o apaño en el caso de ciertas damiselas). La música, ni hablar, pinches camioneros de la cierra que no saben poner otra estación de radio que no sea la “que mierda” o en su defecto un mendigo disco de banda, lo importante es que la música este bien alto y de la fregada.

También está la gente que se sube a vender cochinaditas o los payasos, no me quejaré, trabajo es trabajo y todo se respeta, pero que hay de los que se suben con guitarras a tocar las mismas pinches canciones que no aguanto en la radio, ahora me piden que les de dinero por hacerme todavía más nauseabundo el viaje, ¿Qué les pasa? Es como si un borracho se subiera al camión a vomitarme en la cara y luego me pidiera cooperación por vomitarme. ¿Cooperación? ¿Cooperar con qué? ¿Están acaso sugiriendo que tengo la elección de cooperar con su horrendo acto de cacofonías diarreicas? “claro que no” no seré parte de esto, ¿Por qué mejor no piden cooperación para no tocar? Me encantaría que por una vez se subiera un hombre con guitarra y dijera –hola, muy buenas tardes mis jefes, soy “choro, choro” yo soy de “choro, choro, choro, choro” y vengo aquí causándoles una molestia (a webo) porque “choro, choro, choro, choro” vengo aquí a cantarles una canción aun peor que la que vienen oyendo en la radio pero si quieren ahorrarse el sufrimiento de oír lo mal que canto pueden ir dando una cooperación… que pasen buena tarde. Claro que cooperaria, todos los usuarios unirían fuerzas y centavos para evitarse la enorme molestia que es oír los graznidos de estos pseudo músicos públicos.

De hecho, a manera de anécdota diré que un día un chavo se subió a cantar unas canciones de héroes del silencio, me dio tanto gusto que le di 5 pesos (más de lo que la mayoría de nosotros dedicamos diariamente a caridad) pero me sacó de honda que el resto de los simio-usuarios no le hallaran gusto a las canciones del chavo.

También detesto a las bolitas de secundaria de mediodía que se creen cool y que se sienten dueños del camión. No entiendo todavía cómo funciona la mente juvenil pero tal pareciera que mientras más grande es la bola que se junta más grande es su nivel de idiotez. Se la pasan molestando a los usuarios, al camionero y a cualquier otro ser que en dado momento resalte más que ellos, son criaturas detestables algo similar a las hienas pues solo hacen ruidos agudos parecidos a risas falsas y frustrantes aparte de que su seguridad se basa en el hecho de ir en manada pues si en algún momento llegamos a aislar a uno de estos chicos-hiena es bastante inofensivo y suele buscar la forma de huir del lugar con el rabo entre las piernas. Personalmente odio a las hienas porque me encantan los canidos y las hienas son el canido mas canalla que hay por lo tanto odio mucho más a los chicos-hiena.

Ahora por ultimo mencionar a los camioneros esta de mas, es algo en lo que la gran mayoría es la razón numero 1 de que las personas odiemos ir en camión. Sigo sin entender por qué gobierno sigue contratando gorilas para conducir camiones.