El otro día caminaba por la calle cuando me topé con un acontecimiento singular de esos que uno ve en las noticias solamente y al momento de verlos pasar de principio uno se siente como si estuviera viendo la tele en alta definición a plena avenida, pero no era así, era un asalto, o más bien un robo. Un wey como de metro setenta le estaba quitándole a una doña su bolsa a la fuerza, cuando logro arrebatársela corrió hacia la esquina en dirección contraria hacia donde yo me encontraba y de un brinco subió arriba de un vehículo el cual arrancó inmediatamente después de que se subió el pelmazo.
Mientras sucedía esto y en cuanto pude reaccionar a la situación me acerque lo más rápido posible con la señora que yacía espantada en el suelo, molesto por no haber estado lo suficientemente cerca como para ponerle una santa madriza de esas que te llevan al hospital con traumas severos, le extendí la mano a la señora por lo menos para que se levantara. Esta me negó el apoyo con una gesto de incomodidad (bien se que no soy muy confortable a la vista, pero esto…). Cuando la señora se levanto completamente por su cuenta se me ocurrió proponerle que si gustaba podría acompañarla a la procuraduría a para que reportara lo sucedido pues si bien estuve como a ocho metros de lo sucedido, recordaba algunas señas del ladrón e incluso conocía el automóvil en que este huyo.
La señora de la forma más pesimista me contesto en tono fuerte que ¿Qué caso tenia ir a hacer eso? Si no Iban a agarrarlos, que luego uno queda mal cuando no los atrapan, que aparte también los metían a la cárcel por andar molestando allá y otra gran sarta de pendejadas tras las cuales comenzó a alabar a los que roban diciendo que es gente bien lista, que ya lleva tiempo haciendo lo que hacen por eso no los atrapan y siguió así hasta que me harté y me fui de ahí bastante desconcertado.
De principio no sabía qué era lo que más me molestaba pero era en si completamente toda la situación la que me tenia ardido de coraje: primero que nada la imposibilidad de ponerle una madriza al ladrón, que si bien a mi no me hizo nada, spiderman me enseño que no tengo que esperar a que me pase a mí para que se vuelva mi problema. Luego el hecho de que la señora se sintiera impotente ante la situación y se rindiera tan fácil pues era su desconfianza tan grande que ni mi mano quiso tomar para levantarse y ni hablar de que no sentía confianza en quienes hacen cumplir las leyes en nuestro estado.
La verdad que si m e saco de honda, me moleste mucho y me la pase enojado todo el día por lo cobardes que pueden ser las personas.
viernes, 29 de enero de 2010
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Hola Manuel, pues si tienes mucha razon en molestarte, es una pena que no se puede vivir con la certeza de llegar a tu casa o trabajo sin que alguien te asalte o te violente y es una realidad que de un tiempo para aca se esta viviendo en Tepic. Pero no culpo a esa señora por sentirse de esa manera por que la verdad es que uno queda avergonzado cuando algo asi llega a pasar, a demas tu y yo sabemos lo que es ir a dar una declaracion al la procuraduria y no es la cosa mas agradable del mundo y en la mayoria de los casos no trasciende de ahi.
ResponderEliminarYo tambien se lo que es hacer declaracion en la procuraduria, y lo peor, se que en mi colonia los policias son "compas" de los pendejos rateros y vendedores de droga... y ay... como me consta... y como me emperra estar diciendole a la pendeja que toma la declaracion -el tipo era asi y asa y etc etc. para que la idiota casi te pregunte -y sabe usted como se llama y donde vive el agresor?... chingado, y encima de todo me trataron como a un delincuente
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